sábado, 31 de octubre de 2009

Despierta


Sueño despierta…

Y despierto en sueños, en los tuyos.

Sueño despierta…

Y despierto en tu olor, tu aroma.

Sueño despierta…

Y despierto en tu piel, completa.

Sueño despierta…

Y despierto contigo, dentro.

Sueño despierta

Y ya no hace falta despertar, porque estas conmigo.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Tu Retrato




Miro tu foto y podría perderme en tu sonrisa, tan tiernamente expresiva que a veces siento que me llama…
Miro detenidamente cada trazo de tu rostro, tu cuello donde me perdería besándolo una y otra vez, tu torso donde dormiría luego de armarte excesivamente…
Cada centímetro de tus brazos donde quisiera estar eternamente…
Miro tu retrato y me imagino como va a ser nuestra historia… empezando en ti y terminando en mí…
Entro en el y me siento a tu lado, solo nos miramos, levantas tu mano y acaricias suave mi rostro, yo beso tu mano y la tomo poniéndola en mi pecho donde te pierdes…
Tus manos comienzan a moldearme solo como tu sabes, dando forma a nuestro placer, llevándome poco a poco al mundo del deseo… tu boca nerviosa pero segura moja mis pechos excitados dejándolos completamente extasiados pero queriendo siempre mas, pero mas de vos!
Bajas por mi vientre lento, mojado, caliente pero sin detenerte; al llegar a mi sexo te detienes sonriente, malo… me das vuelta y comienzas desde mi cuello acariciando suave mis hombros, mi columna y terminando en mi caderas… las muerdes tiernamente.
Y ahí ya mi cuerpo es solo fuego para vos, un fuego candente donde quieres entrar para descubriste en mi, intenso, fuerte…mío.
Te detienes y tu mirada me pide que sea ahora yo la que te descubra, tan suave, tan caliente, tu piel me embriaga, me pierde y es tan hermoso perderse en ti.

Acarició tu cara de niño, y tu cuerpo de hombre… te siento excitado y transpirado por mi, por mi desnudes, por mi lengua que te hace gemir y morderte los labios…
Como me encantaría sentirte en mi boca, todo pero todo para mí…

Ya no podemos seguir jugando, ahora solo podemos entregarnos… me recuesto en la cama, mis piernas se abren para ti y mi rostro de dice; “Ven…”
Entras suave rozando mis muslos; me tomas de la cola acomodándote para poder entrar, y como te gusta entrar!

Como te gusta estar ahí, caliente y húmedo, pudiendo hacer y ser como a vos te gusta.
Como explicar lo que se siente cuando estas en mi, adentro, profundo, fundido en mi casi perfectos el uno para el otro; ahí nos convertimos en uno, nuestras pieles se unen y se transforman, se funden y se quedan para siempre calcadas en cada célula de nuestros cuerpos.

Mi cuerpo tiembla, se tensa y se extingue en cada movimiento, mis caderas de acompañan y bailan al compás de tu pelvis… me saboreo entera en vos!
Te abrazo, te araño y aprieto contra mi; las sabanas mojadas nos avisan que vamos a estallar; gotas de transpiración se mezclan, ya no hay nada tuyo ni mío, hay solo un nuestro…

Y el final llega frenético y perfecto, justo ahí cuando tu mirada se pierde en mis ojos, cuando tu mano empuja mi cadera fuerte hacia ti, ahí cuando ya mas tuya no puedo ser y vos mas dentro no puedes estar.
Nuestros cuerpos quedan casi sin alma, tendidos en la cama… y en ese momento vuelves a tu retrato, me dejas otra vez, pero no sin antes llevarme bajo tu piel, suave y mojada…

lunes, 12 de octubre de 2009

En tus sueños...


El viento fresco me liberó de mi sueño, o tal vez me volcó al tuyo..
Me levanté lentamente casi flotando, vestida solo con mi sudor y un camisón de lino blanco, descalza crucé la casa y abrí la puerta.
El viento me rodeaba y me tomaba de la mano llevándome no se a dónde, ni por qué, pero no me podía soltar…mis cabellos no me dejaban ver y como entre sueño seguía yendo, tal vez… hacía ti …?
La ciudad dormía, solo yo estaba en ella, una tormenta la rodeaba, el viento y las nubes me envolvían tan brusca y tiernamente como imaginaba que me amarías. Llegué a tu puerta, o a la puerta de tus sueños; al entrar dejé caer lo único que me vestía, y caminé desnuda por los cuartos hasta encontrare..ahí estabas, hermoso, niño, dormido. Rocé mi mano por tu torso desnudo, provocando que tu piel se erizara suavemente; temblaste y abriste tus ojos bellos; me saludaste con una sonrisa como si supieras que iba a venir, como en tantos otros sueños. Quité las sabanas para encontrarte tibiamente en piel, comencé a descubrirte lento con mis dedos, desde tu frente hasta el final de tus pies; luego hice lo mismo, pero ya dejando el rastro húmedo de mi lengua y deteniéndome en tu sexo hasta dejarlo listo para recibirme. Te sentaste en la cama y por la ventana entraba el aire que nos unía y nos invitaba a amarnos, me subí en vos dejándote entrar completa y enteramente en mi, solo sintiendo en medio del silencio de la noche el gemido suave de nuestro deseo.

Tus manos rodeaban mi cintura y me guiaban como moverme, como empujar como jugar con tu cuerpo.

Por mi espalda caían gotas de sudor salado que hacían que mi piel brillara a la luz tibia de una luna casi cubierta por las nubes. Me extasiaba estar dentro de ti, te extasiabas al sentirme tan tuya, tan uno en la desenfrenada danza el placer exquisito del sexo, de la piel uniéndose.

Hermoso fue sentirte terminar en mi, mientras yo terminaba en vos, juntos muriendo en el mismo momento.

Nos tiramos en tu cama para solo mirarnos, sentir nuestros corazones tratando de huir de nuestros cuerpos… sonreímos, respiramos… nos encontramos. Me recosté a tu lado, mi espalda se pegó a tu torso, mis caderas a las tuyas… y no pudimos soportar el tenernos tan cerca .
Besaste mi cuello, mi espalda y mi mariposa, mordiste mi cola una o otra vez. Oh! Era muy rico sentir tus dientes en mi piel. Me tomaste por atrás fuertemente, entraste en mi una y mil veces hasta hacerme explotar de placer, pensé que iba a dejar de respirar, que iba a desaparecer en ese mismo momento en el cual todo tu placer terminó profundamente en mi. Pero no desaparecí… nos abrazamos y lentamente nos dormimos, unidos el uno en el otro, terriblemente hermosos y húmedos.
El sol entró por la ventana y desperté, estaba sola en mi cama, había despertado de mi sueño… pero mi piel estaba empapa de tu olor, de tu placer.
Ahora se que cada vez que te desee, volveremos a encontrarnos en el mundo del placer infinito de los sueños, porque estoy bajo tu piel fundida…
esperándote …

Para vos nenito que te estas metiendo en mis sueños…

martes, 6 de octubre de 2009

Perfecto


Hay mañanas que al despertar extraño terriblemente tu presencia calentando mi cama, mañanas en las que olvido por completo que ya hace tiempo que mi lecho no te siente.
El destino se emperró en que nuestros caminos se unieran, por más que yo te hubiera ignorado sin saberlo, tarde o temprano, te iba a ver, a notar, a sentir.
La noche que te vi tocar, que te noté por primera vez, el calor me ahogaba; pero pronto llegó el alivio de la lluvia.
Me penetrabas con la mirada como tratando de descubrirme, pero nunca lo lograste, jamás pude dejarte entrar. Nuestros cuerpos se iban acercando temiblemente a cada minuto que pasaba, ¡era inevitable! Y cuando nuestros cuerpos se unieron, fue un choque, terrible, fuerte, desenfrenado.
Como si toda la vida nuestros cuerpos se hubieran estados buscando, y en ese momento bruscamente se encontraron, para amarse como solo ellos podían, para brindarse como solo ellos sabían, para descubrirse luego de tanto necesitarse.
Sabíamos que hacíamos mal, que eso no era justo para otros, pero era tan perfecto para nosotros.
A veces temía que hubieras perseguido tanto este sueño, que al tenerlo en tus manos y convertirlo en realidad, toda la pasión se terminaría con la realidad. Pero no fue así, cada momento me amabas más, y más.
Yo… amaba tu cuerpo, tu forma de amarme, tu forma de hacerme sentir tan llena y extasiada de placer, tanto que por momentos pensaba que no habría mas que eso, que era imposible sentir mas.
Es que la vida pasaba y nuestros cuerpos se embriagaban el uno con el otro. Solo tocarnos nos producía el temblor mas frenético que anticipaba la lucha interminable de nuestros cuerpos. Nos pasábamos horas haciendo el amor, vos dentro mío dándome con toda la fuerza, haciéndome gritar de placer. Mi piel traspiraba, se calentaba de tal forma que mas de una vez pensé que nuestros cuerpos terminarían extintos en cenizas… esparcidos por el cuarto.
Había momentos en que ya no podíamos hablar, ya casi no podía sentirte en mi vida, me ahogaba de saber que estabas ahí, que te sentías el dueño de mi mundo. Pero cuando quería poner fin a todo tu callabas y solo me rozabas, mi piel mandaba y mi cuerpo se entregaba.
Nunca pensé que dos cuerpos podían estar creados el uno para el otro, pero así era. Un tormento, un juego macabro del destino, ¿Cómo podíamos ser tan terriblemente compatibles al amar y tan distintos al vivir?
No hay peor cosa que el sentirme ahogada, siempre te lo dije, que si me hacías sentir así por mas que te amara me iba a ir… y así fue, solo me llevé los recuerdos grabados en mi piel; todo lo otro fue borrado, sacado de este mundo.
Ahora solo estamos uno bajo la piel del otro, dormidos, casi perfectos…