lunes, 12 de octubre de 2009

En tus sueños...


El viento fresco me liberó de mi sueño, o tal vez me volcó al tuyo..
Me levanté lentamente casi flotando, vestida solo con mi sudor y un camisón de lino blanco, descalza crucé la casa y abrí la puerta.
El viento me rodeaba y me tomaba de la mano llevándome no se a dónde, ni por qué, pero no me podía soltar…mis cabellos no me dejaban ver y como entre sueño seguía yendo, tal vez… hacía ti …?
La ciudad dormía, solo yo estaba en ella, una tormenta la rodeaba, el viento y las nubes me envolvían tan brusca y tiernamente como imaginaba que me amarías. Llegué a tu puerta, o a la puerta de tus sueños; al entrar dejé caer lo único que me vestía, y caminé desnuda por los cuartos hasta encontrare..ahí estabas, hermoso, niño, dormido. Rocé mi mano por tu torso desnudo, provocando que tu piel se erizara suavemente; temblaste y abriste tus ojos bellos; me saludaste con una sonrisa como si supieras que iba a venir, como en tantos otros sueños. Quité las sabanas para encontrarte tibiamente en piel, comencé a descubrirte lento con mis dedos, desde tu frente hasta el final de tus pies; luego hice lo mismo, pero ya dejando el rastro húmedo de mi lengua y deteniéndome en tu sexo hasta dejarlo listo para recibirme. Te sentaste en la cama y por la ventana entraba el aire que nos unía y nos invitaba a amarnos, me subí en vos dejándote entrar completa y enteramente en mi, solo sintiendo en medio del silencio de la noche el gemido suave de nuestro deseo.

Tus manos rodeaban mi cintura y me guiaban como moverme, como empujar como jugar con tu cuerpo.

Por mi espalda caían gotas de sudor salado que hacían que mi piel brillara a la luz tibia de una luna casi cubierta por las nubes. Me extasiaba estar dentro de ti, te extasiabas al sentirme tan tuya, tan uno en la desenfrenada danza el placer exquisito del sexo, de la piel uniéndose.

Hermoso fue sentirte terminar en mi, mientras yo terminaba en vos, juntos muriendo en el mismo momento.

Nos tiramos en tu cama para solo mirarnos, sentir nuestros corazones tratando de huir de nuestros cuerpos… sonreímos, respiramos… nos encontramos. Me recosté a tu lado, mi espalda se pegó a tu torso, mis caderas a las tuyas… y no pudimos soportar el tenernos tan cerca .
Besaste mi cuello, mi espalda y mi mariposa, mordiste mi cola una o otra vez. Oh! Era muy rico sentir tus dientes en mi piel. Me tomaste por atrás fuertemente, entraste en mi una y mil veces hasta hacerme explotar de placer, pensé que iba a dejar de respirar, que iba a desaparecer en ese mismo momento en el cual todo tu placer terminó profundamente en mi. Pero no desaparecí… nos abrazamos y lentamente nos dormimos, unidos el uno en el otro, terriblemente hermosos y húmedos.
El sol entró por la ventana y desperté, estaba sola en mi cama, había despertado de mi sueño… pero mi piel estaba empapa de tu olor, de tu placer.
Ahora se que cada vez que te desee, volveremos a encontrarnos en el mundo del placer infinito de los sueños, porque estoy bajo tu piel fundida…
esperándote …

Para vos nenito que te estas metiendo en mis sueños…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso sueño linda!!! me encanto.. se me erizo la piel en un momento! jejejebesitos!!!

Rembha dijo...

me alegro que te guste ya que es para vos, y si cada vez que entro en tus sueños se te eriza la piel hermoso!!! besos

Anónimo dijo...

Realmente Hermoso !Fui imaginando cada momento de este sueño....que manera de expresarte !!!!!